Fue Proyectado en 1952 con un entendimiento pleno de la intención del lugar y de la vida de un claustro. (lograr un ambiente propicio para la oración).
El espacio de este convento crea tantas atmósferas distintas que es capaz de cautivar hasta al que no tiene fe.
sus muros de colores cálidos, los patios y el juego de la luz en casi todos los espacios otorgan al convento un ambiente muy agradable, necesario para la asimilación de la vida de las monjas de esta orden ya que tienen prohibido salir del convento.
La creación de un espacio y de una manera de vivir.
Entrar a la capilla es descubrir las superficies lisas en armonía con el retablo de mathias goeritz, la conjunción de estos elementos al chocar con la luz filtrada por puntos asimétricos provoca la luz y la sombra que se percibe en el interior.
La capilla tiene la peculiaridad de albergar al mismo tiempo a las monjas y a los creyentes en espacios separados con un punto focal común, el “altar”, de esta manera se guarda la privacidad necesaria en el desarrollo de la oración en amabas partes.
Todos los elementos ornamentales son obras de barragan.
Sin menospreciar los aspectos estéticos es importante el aspecto funcional manteniendo siempre separada el área publica del área privada, además de la creación de rutas alternas a la mayoría de los espacios.