La iglesia de Santo Domingo es uno de los m�s valiosos monumentos de la arquitectura rom�nica castellana que se levanta en la ciudad de Soria (Espa�a)
Esta iglesia comprende tres partes bien diferenciadas que se corresponden con otras tantas �pocas y hechuras. El crucero y la cabecera son de finales del siglo XVI de estilo renacimiento tard�o. El tramo que sigue al crucero hacia los pies de las naves es un residuo del primitivo templo rom�nico levantado en la primera mitad del siglo XII. A esa misma construcci�n pertenece la torre adosada al lado norte de dicho tramo. Por fin, los tres tramos finales y la fachada occidental, todo ello rom�nico tambi�n, son obra del rey Alfonso VIII de Castilla, por tanto de fines del siglo XII.
Conviene recordar que Alfonso VIII hered� el trono de Castilla en 1158 con tan s�lo tres a�os de edad. Dos poderosas familias se disputaron su interesada tutela: los Lara y los Castro, mientras que la regencia qued� en manos de su t�o Fernando II de Le�n. En tales circunstancias la ciudad de Soria acogi� y ocult� al rey ni�o, salvaguard�ndolo de acechantes peligros. No es de extra�ar que mostrase su agradecimiento a la ciudad celebrando en ella, en 1170, sus nupcias con Leonor de Inglaterra y erigiendo la nueva iglesia de tres naves en sustituci�n de la modesta anterior. Su esposa Leonor era hija de Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania, de quien obtuvo el ducado de Aquitania que aport� como dote a su matrimonio (si bien Alfonso VIII nunca pudo anexionarlo a la corona). Esto explica que la fachada de Nuestra Se�ora de Poitiers sirviera posiblemente de modelo para la de Santo Domingo y que fuesen maestros poitevinos los que interviniesen en su realizaci�n. Lo cierto es que este frente, cuya portada se encuentra magn�ficamente conservada por haber dispuesto hasta hace poco de un tejaroz, representa uno de los mayores logros del rom�nico espa�ol. Para Gaya Nu�o �...su distribuci�n decorativa es la m�s rica, la m�s homog�nea y armoniosa de la Pen�nsula, y no reconoce como m�s bella ni a la de Ripoll�.La fachada se estructura horizontalmente en dos �rdenes de arcos ciegos superpuestos que enmarcan la portada y un roset�n central por encima de �sta. Ambos pisos presentan un doble conjunto de arcos geminados a cada lado, siendo los inferiores de mayor altura y esbeltez. El roset�n est� dividido en ocho porciones por otras tantas columnillas encapiteladas sobre las que voltean arcos decorados. Cuatro c�rculos conc�ntricos dan lugar a un marcado abocinamiento y muestran en sus dovelas figurillas y escenas de gran valor compositivo.
Bajo el roset�n, dos figuras sedentes, situadas una a cada lado de la portada, representan a los monarcas fundadores del templo, si bien el desgaste que ha sufrido la piedra hace irreconocible la efigie de Leonor.
Pero sin duda alguna, es la singular portada el elemento m�s valioso de todo el conjunto. Cuatro arquivoltas de dovelas ricamente labradas coronan un front�n en el que destaca en posici�n central el tradicional pantocr�tor en su oval mandorla y los cuatro evangelistas, adem�s de Jos� y Mar�a, completando la escena. Los arcos descargan sobre art�sticos capiteles soportados por columnas adosadas que, a su vez, descansan en un banco corrido. En los capiteles se representan escenas del Antiguo Testamento, desde la g�nesis de la Tierra y los astros que pueblan el universo, hasta la creaci�n de Ad�n de una figurilla de barro y la de Eva de una costilla de �ste.
En la arquivolta interior se representan los veinticuatro ancianos del Apocalipsis (dos por dovela), todos ellos ta�endo diversos instrumentos musicales en actitudes de beat�fica serenidad. La segunda arquivolta escenifica la matanza de los santos inocentes, cuyo responsable, Herodes, es aconsejado al o�do por un demonio con alas. La tercera arquivolta exhibe una sucesi�n de acontecimientos evang�licos, como la Asunci�n, la Visitaci�n, la Anunciaci�n, el nacimiento de Jes�s y la adoraci�n de los Magos, etc. Por fin, la �ltima arquivolta contiene episodios de la Pasi�n y de la Resurrecci�n.
La iglesia de Santo Domingo fue declarada monumento hist�rico-art�stico por Decreto de 3 de junio de 1931.