Salamanca es una ciudad espa�ola, capital de la provincia del mismo nombre, situada en la comunidad aut�noma de Castilla y Le�n. Est� situada en el Campo de Salamanca, junto al r�o Tormes.


Historia

Cuando lleg� la dominaci�n romana a la pen�nsula Ib�rica los vaceos ocupaban la cuenca del Duero. Para defender la zona occidental construyeron dos fortalezas: Ocello Durii (Zamora) y Salmantica (Salamanca).

M�s presencia que los vaceos tuvieron los vetones, que imprimieron una fuerte personalidad en la zona de las actuales provincias de �vila, Toledo y Salamanca. Esta �ltima, al ser vetona, se diferenciaba de otras provincias m�s norte�as, que ten�an presencia cisastur.

En el siglo III adC, An�bal, en su avance por Iberia, sitia y toma la antigua ciudad de Helmantica (Salamanca). La leyenda cuenta que los salmantinos rindieron la plaza sin oponer resistencia y salieron de la ciudad; pero las mujeres llevaban bajo sus vestidos las armas de los varones, que luego sitiaron a los cartagineses dentro de la ciudad.

Con la ca�da de los cartagineses ante los romanos se consolida la ocupaci�n y la ciudad comienza a adquirir cierta importancia. Pronto se convierte en un enclave comercial b�sico debido a su situaci�n privilegiada como vado sobre el r�o Tormes, que a su vez la convierte en paso de una de las m�s importantes calzadas romanas de Hispania, la V�a de la Plata. Para esta calzada se construye el puente romano (del siglo I) que a�n hoy se mantiene en pie.

Con el fin del Imperio Romano, los alanos se establecen en Lusitania y la ciudad pasa a formar parte de esta regi�n. Posteriormente los visigodos conquistan la ciudad y se convierte en parte de su territorio. Pocos datos se tienen sobre el desarrollo de Salamanca en la �poca visigoda, solamente se sabe que en el siglo IV la muralla romana se ampl�a, con torreones sobre el mismo trazado y que pr�cticamente qued� destruida en su totalidad la f�brica de la cerca anterior.

En el a�o 712, con la invasi�n musulmana de la pen�nsula, Musa ibn Nusair conquista la ciudad. Durante toda la Alta Edad Media, gran parte de los n�cleos urbanos del valle del Duero fueron abandonados o destruidos a causa de la situaci�n fronteriza de la zona. Salamanca qued� reducida a un n�cleo carente de importancia y pr�cticamente despoblado. Sucesivas conquistas y reconquistas de la ciudad a manos de musulmanes y cristianos acaban por arrasar lo que queda de urbano.

M�s tarde, Salamanca es conquistada por el reino astur-leon�s, aunque tendr� que esperar hasta el siglo X para ver aumentar su poblaci�n por medio de las repoblaciones asturianas y leonesas, en una primera ola. Con la conquista de Toledo por Alfonso VI de Castilla, en el a�o 1085 se rebaja la tensi�n de la zona del Duero, al trasladarse m�s hacia el sur, a la cuenca del Tajo; este hecho facilit� la segunda ola de repoblaci�n de la ciudad. En 1102, Raimundo de Borgo�a se dirige a la ciudad con un nutrido grupo de pobladores de diversos or�genes. Cada uno de estos grupos se instal� en una zona diferente de la ciudad. Francos y serranos (monta�eses de la cordillera Cant�brica) se instalaron dentro del viejo recinto amurallado de la ciudad en tanto que castellanos, portugueses, moz�rabes, torenses, jud�os y gallegos lo hicieron en la periferia. En el a�o 1230, bajo el reinado de Fernando III El Santo, se unen bajo un mismo monarca definitivamente, las coronas de Castilla y de Le�n.

En el siglo XIII, el monarca Alfonso IX ordena una tercera repoblaci�n de la ciudad. Durante su reinado se funda tambi�n la Universidad de Salamanca, confirmada por real c�dula de Fernado III, en 1243 y ratificada por el papa Alejandro IV (1255). La universidad alcanzar�a con el tiempo gran prestigio.

Durante el siglo XV, Salamanca fue el escenario de grandes rivalidades entre las familias nobles de la ciudad, articuladas en dos bandos que se repartieron la ciudad: el de San Benito y el de Santo Tom�. Con el auge de la Mesta, Salamanca adquiri� renombre como centro de manufacturas pa�eras y como exportador de lana. Como el resto de centros textiles de la corona, se uni� al movimiento de las Comunidades de Castilla (1520), contra los nuevos impuestos que reclamaba Carlos V en las Cortes y en defensa de sus manufacturas textiles contra los privilegios de los exportadores de lana. Para ello, aport� sus milicias al mando de Pedro y Francisco Maldonado.

El siglo XVI fue la �poca de mayor esplendor de la ciudad, tanto en la demograf�a como en la vida universitaria (se calcula que Salamanca ten�a unos 24.000 habitantes, y hacia 1580 se matriculaban cada a�o 6.500 estudiantes). Despu�s se uni� a la decadencia generalizada de las ciudades castellanas (12.000 habitantes en 1651) que se extendi� tambi�n durante el siglo XVIII (salvo un peque�o par�ntesis que propici� la construcci�n de su imponente plaza mayor barroca en 1729).

Durante la guerra de la Independencia, Salamanca fue ocupada por las tropas del mariscal Soult en 1809 y permaneci� en manos francesas hasta la batalla de los Arapiles (1812). Durante la ocupaci�n, los franceses construyeron defensas y para obtener materiales destruyeron una importante parte de los edificios salmantinos, especialmente del barrio llamado de Ca�dos, donde se levantaban conocidos colegios mayores de la universidad, de los que no queda ni rastro.

El resto del siglo propici� una leve recuperaci�n al ser nombrada capital de provincia y al haberse construido el ferrocarril que un�a Francia con Portugal pasando por la Meseta (Medina del Campo y Salamanca, 1877).

La sublevaci�n militar contra la rep�blica triunfa en Salamanca desde el primer momento y durante la Guerra Civil, entre octubre de 1936 y noviembre de 1937 su Palacio Episcopal fue residencia y centro de mando del general Franco. Tras la guerra, se concentraron en Salamanca los documentos incautados por las tropas nacionales a medida que iban ocupando el territorio espa�ol, de forma que se cre� un gran archivo documental sobre la guerra civil espa�ola (Archivo General de la Guerra Civil Espa�ola).

En 1998, por acuerdo de los Ministros de Cultura de la Uni�n Europea, Salamanca es designada, junto a Brujas, Capital Europea de la Cultura del a�o 2002.

En 2005 se celebra el 250 aniversario de la construcci�n de la Plaza Mayor.


La Universidad y la ciudad

La Universidad de Salamanca es la m�s antigua de Espa�a. A mediados del siglo XVI estaba en pleno auge; era famosa en todo el mundo y de sus profesores se dec�a: Multus et doctisimus Salmantina habet ("Muchos y muy doctos [la universidad de] Salamanca tiene"). En 1492 se redact� y public� la primera gram�tica de la lengua castellana por Antonio de Nebrija. En sus aulas tuvo lugar el nacimiento de un movimiento de pensamiento global, la Escuela de Salamanca, en cuyo seno se elaboraron muchos de los conceptos modernos de pol�tica, derecho o econom�a.

Las c�tedras en Salamanca ten�an una concurrencia numeros�sima y en m�s de una ocasi�n los profesores favoritos fueron llevados a hombros hasta el estrado. Esto ocurr�a, al parecer, porque los profesores deb�an su c�tedra a los votos de los estudiantes. No terminaba ah� la avidez por aprender de estos profesores magn�ficos, elegidos por sus oyentes por su calidad, sino que en el claustro de la universidad, junto a una columna, eran acribillados a preguntas: era lo que llamaban "dificultades al poste". Esta elecci�n de profesores en Salamanca convulsionaba la ciudad. Fray Luis de Granada en Conciones de praecipvis sanctorum festis da una idea de lo que suced�a:

Si en la c�tedra de prima de derecho civil en la Universidad de Salamanca se reparten los sufragios de los alumnos para alguno de los candidatos, desde que se introducen las cedulillas en la urna, toda la Universidad y la ciudad entera est�n igualmente atentas al resultado, con ansiedad y estimulando el calor y angustia de los candidatos que aguardan la salida de su suerte.

Sobre Salamanca dir�a Cervantes en El Licenciado Vidriera, una de sus Novelas Ejemplares:

Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado.

Miguel de Unamuno dedic� estas famosas palabras a la ciudad:

Salamanca, Salamanca, renaciente maravilla, acad�mica palanca de mi visi�n de Castilla.


Monumentos y lugares de inter�s

La ciudad vieja de Salamanca fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985.


Los monumentos m�s representativos de la ciudad son los siguientes:

- Catedrales. Salamanca tiene dos catedrales, la vieja, del siglo XII y estilo rom�nico, y la nueva, m�s grande, del siglo XVI y de estilo g�tico.
- Plaza Mayor. De estilo barroco, se dice que la es una de las plazas m�s bellas que existen, dise�ada por los arquitectos Alberto y Nicol�s Churriguerra. Las obras comenzaron en 1729, y es conocida como "el cuarto de estar de los salmantinos".
- Universidad. Conjunto de edificios que compon�an la antigua Universidad de Salamanca: Escuelas mayores, escuelas menores y Hospital del Estudio (rectorado actual). La fachada es de estilo plateresco. El rectorado es g�tico.
- Clerec�a, actualmente sede de la Universidad Pontificia. Se comenz� a construir en el a�o 1617 y se termin� 150 a�os m�s tarde como Colegio Real de la Compa��a de Jes�s. Es de estilo barroco. En el techo interior se aprecia un gran escudo castellano cuartelado.
- Convento de San Esteban, de los padres dominicos. La fachada del convento de San Esteban, con su forma de arco de triunfo, es una aunt�ntica joya del Renacimiento salmantino.

- Palacio de Monterrey. El Palacio de Monterrey Se construy� en el siglo XVI y es de estilo plateresco.
- Casa de las Conchas. Se construy� a finales del siglo XV. De estilo g�tico civil, su fachada est� decorada con alrededor de 350 conchas de vieira, distintivo de la orden de Santiago.
- Colegio Mayor Fonseca o Colegio de los Irlandeses. Construido en 1525, es un bell�simo edificio con un patio central de estilo renacentista.
- Palacio de Anaya o Colegio Mayor de San Bartolom�. Fundado en el siglo XV.
- Torre del Clavero.
- Torre del Aire.


Salmantinos ilustres

- Abraham Zacut
- Tom�s Bret�n
- Francisco Maldonado
- Carmen Mart�n Gaite
- Diego de Torres y Villarroel
- Francisco V�zquez de Coronado


Folclore y costumbres

- A los salmantinos y salmantinas se les conoce, tambi�n, como charros y charras y el campo de alrededor lleva el nombre de Campo Charro.
- A los toros del campo charro se les llama salamanquinos.
- Accesorio popular de las capas en los hombres y en el vestido de charra es el bot�n charro.


Anecdotario

- El barrio jud�o de Salamnca estaba situado al norte, junto a la muralla (m�s o menos la actual avenida de Mirat). Cuando, en 1492, fueron expulsados, el barrio fue tapiado y respetado por los salmantinos, probablemente pensando en un posible retorno, y al quedar deshabitado se llen� de conejos, por lo que ha sido conocido hasta hace poco como barrio del Conejal.
- En Salamanca, en la cuesta de Carbajal, hay una cueva que la tradici�n dice que era la de la Celestina y, por extensi�n, la cueva de una bruja; por ello, en una parte de Am�rica espa�ola, una Salamanca es una cueva de brujas.
- Dice una leyenda popular que la calle Tentenecio le debe el nombre a que Juan de Sahag�n andaba por �sta cuando un toro enorme corriendo enloquecidamente se le acercaba en embestida. Sahag�n le grito "�Tente, necio!" y el toro, asombrosamente, se par� mansamente. A esta leyenda debe el nombre la calle.
- Durante mucho tiempo, los estudiantes de la universidad se albergaron en colegios que estaban repartidos por todo el barrio antiguo. Cada uno de ellos se distingu�a de los dem�s por su uniforme, cuyos colores recordaban a determinados p�jaros. Por ello, en la ciudad se dec�a que los colegios eran como nidos que se cobijaban en la copa del �rbol universitario y a �l ven�an a anidar golondrinos (los colegiales dominicos), pardales (franciscanos), cig�e�os (mercedarios), grullas (bernardos), tordos (jer�nimos), palomos (mostenses), verderones (los de San Pelayo)...
- La rana que aparece sobre una de las calaveras que decoran la fachada del edificio original de la universidad tambi�n tiene su historia. Al parecer, el estudiante que no la logra ver suspende el curso.
- La Casa de las Muertes se llama as� por las calaveras (en Salamanca se llama a las calaveras, muertes) que adornan su fachada. En una ocasi�n en que se reform� el edificio, las calaveras se redondearon y se convirtieron en bolas, pero permaneci� tan t�trica denominaci�n y ello fue motivo suficiente para que la imaginaci�n popular inventara una leyenda que corri� durante muchos a�os. Seg�n ella, el nombre le ven�a de que en la casa fue encontrada muerta una mujer sin que nadie se explicara c�mo hab�a ocurrido la desgracia. La maldici�n pesaba sobre la casa y todo aquel que viviera en ella morir�a. Esto dio lugar a que permaneciera vac�a mucho tiempo y a que la gente al pasar ante ella bajara misteriosamente la voz. Actualmente las esferas se han vuelto a esculpir como calaveras (mucho m�s peque�as que las originales).
- En el libro de Lazarillo de Tormes hay una escena que se desarrolla en Salamanca. Junto al puente romano hay una escultura de lo que se supone un toro. Supuestamente ah� el ciego le dijo a Lazarillo: "Coloca la oreja junta al toro y escuchar�s el agua pasar", hecho lo cual el invidente le propin� un soberbio golpazo contra el p�treo morlaco.